lunes, 24 de marzo de 2014

La endogamia Política. El retroceso a la cueva Neandertal.






Dedicado a El Pais.
Estuve en Madrid, en la manifestación de la Dignidad, y pude comprobar por mí mismo la cantidad de personas que allí nos reunimos. No diré que las conté, desde luego, pero sí que el número de manifestantes, llegados de toda España, no eran los que ustedes “aceptan” que fueron, sino muchísimos más. No es mi intención entrar en una guerra de cifras; lo que me sorprende muy desagradablemente es que ustedes, en otro tiempo tan meticulosos en su forma de contar participantes, asuman sin más unas cifras que no se compadecen en absoluto con la fotografía que también publican. ¿Qué ha pasado? ¿Dónde ha quedado su credibilidad? ¿No les merecen respeto los centenares de miles de personas que gritamos en Madrid contra unas políticas de las que yo, ingenuamente, creía que ustedes también discrepaban?

Después de haber escuchado al presidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio González, y a su segundo, Salvador Victoria, advirtiéndonos sobre el radicalismo de las llamadas Marchas de la Dignidad, el 22-M me asomé a la plaza de Colón. Efectivamente, ambos estaban en lo cierto. En el escenario, unas decenas de voces femeninas empezaban a calentar peligrosamente el ambiente entonando nada menos que el Himno a la Alegría, el Canto a la Libertad, de Labordeta, yNabucco, de Verdi. El miedo me secaba la boca. A mi lado, una señora contaba que venía de Córdoba a protestar porque solo trabaja 55 días al año en la recogida de la aceituna. Otro participante, este de La Rioja, comentaba que uno de sus tres hijos se fue hace unos meses a trabajar a Suecia, y los otros dos, de 33 y 38 años de edad, aún no saben lo que es tener un empleo. Luego vi a una chica en silla de ruedas y a un niño empuñando una pancarta de 10 x 10 centímetros con la palabra ¡NO!, y dentro de la o unas tijeras dibujadas. Salí de allí despavorido. Fue terrible

La verdadera noticia no es otra que la gente de todo el país fue a manifestarse pública y pacíficamente a la capital del país, Madrid, que es el lugar en donde se está más cerca de los que supuestamente actúan como políticos defensores de los derechos de los ciudadanos. La noticia ha dejado de ser una marcha por la dignidad para convertirse en una crónica de sucesos en los que unos cuantos salvajes con la cara tapada y con claros signos de no tener dignidad han convertido una reivindicación en una batalla campal. Hay policías heridos, alborotadores detenidos y muchos maltrechos, pero que no sea esto lo que distorsione la verdad de la manifestación en la que el 99,99% de desplazados fueron a ella para reivindicar unos derechos que ya nos habíamos ganado y que indignamente nos han sido arrebatados por los mismos que con sus actos intentar distorsionar una protesta mayoritariamente popular y ciudadana.

Suarez???
Negoció una transacción con los poderes fácticos del momento para que, pasado un tiempo, volvieran a ser los de siempre los que mandaran (mirad alrededor). La izquierda se lo tragó y, en una actitud pusilánime que buscaba mas resolver problemas personales que de clase, renunció a la ruptura total con el régimen anterior (cuando estuvieron en el poder no juzgaron a ningún franquista).
Hasta en la hora de su muerte ha trabajado contra el pueblo,quitando protagonismo mediático a la gran concentración de trabajadores en Madrid (miren las portadas de la prensa de ayer y hoy).
No tenemos solución.

lunes, 17 de marzo de 2014

Es la espiral del silencio ????







En torno a la palabra violencia circulan tantos intereses, y tan bastardos, que de vez en cuando conviene reflexionar sobre su significado. ¿Es violencia, por ejemplo, que el precio de la electricidad dependa de una subasta? Si tenemos en cuenta que este invierno muchas familias están pasando frío porque no pueden pagar el recibo de la luz, quizá ese tráfico de vatios constituya una forma de violencia atroz, aunque se ejerza desde detrás de una mesa de caoba, oliendo a Armani y con un sello de oro en el dedo anular. Ahora mismo hay muchos bebés amoratados, con bronquitis, muchos bebés y muchos ancianos pasando un frío espantoso debido a los movimientos especulativos de empresas que actúan prácticamente en régimen de monopolio. Esta clase de violencia criminal no está incluida en la nueva Ley de Seguridad Ciudadana, pero hace mucho daño, a veces mata. Nos escandaliza sin embargo más un contenedor de basura chamuscado. En estos momentos, hay en las cárceles o en las comisarías chicos y chicas detenidos porque sí, por reclamar lo evidente o porque pasaban por allí.
Bueno, en el espacio de una columna cabe lo que cabe, pero sobran ejemplos de violencia institucional. La del precio del gas, sin ir más lejos. También es violencia, creemos, robar el dinero a los contribuyentes para entregárselo a los bancos. O amnistiar a los grandes defraudadores. Un caso de violencia sin límites es la biografía reciente de Blesa, que mientras hundía Caja Madrid se subía el sueldo y estafaba a los pequeños ahorradores, y daba órdenes obscenas desde su Ferrari y sus yates, todo ello sin dejar de matar mamíferos de 400 quilos con su rifle de diez mil euros, obsequio de la casa. Al ministro del Interior le conmueve ver un escaparate roto, pero un escaparate roto, amigos, es una gilipollez comparado con un correo electrónico de Aznar.
¿Por qué una persona, a partir de los 50 años de edad, no tiene posibilidad, si está en el paro, de encontrar un trabajo? Y en el caso de ser afortunado y tener trabajo, es viejo para promocionarse, viejo para que lo valoren, viejo para una mejora salarial; pero no se es viejo para trabajar más horas, para tener movilidad, para asumir responsabilidades, para adaptarse a nuevos métodos y tecnologías, para afrontar nuevos retos...
Y nuestras nuevas generaciones, muy preparadas, siguen incrementando las listas del paro o teniendo que salir de nuestro país para poder trabajar; y el que tiene la “suerte” de tener trabajo aquí, lo es con un salario bajo y los más afortunados con ayuda de sus padres, si pueden. Nos vendría bien un momento de reflexión, de sentido común y de sensatez, que falta va haciendo. Se ha rescatado la economía, según dicen, pero nos están obligando a perder la dignidad.
Me da vergüenza cada día que me levanto enterarme de que ha habido nuevos casos de corrupción. Los medios de comunicación hacen una gran labor para sacar a la luz algunos de ellos, porque me figuro que otros seguirán ocultos. Pero más vergüenza me da tener un Gobierno que nada hace por cortar esta sangría o inmundicia y una oposición que mira también para otro lado, señal de que todos pueden tener algo que callar. Y así, día a día, me encuentro en un país al que no le veo solución con políticas de este tipo. Porque deberían ser ellos, los políticos, los que sacaran por las orejas de su partido a todos los simplemente sospechosos, y su actitud es defenderlos. Hay casos esperpénticos. Y, obviamente, una total impunidad. Y gente que aún aplaude a “sus corruptos”
España está en crisis por falta de meritocracia. Al igual que en el deporte donde destacamos a nivel mundial, se debe alentar la meritocracia a nivel político y empresarial. Solo la eliminación del amiguismo y de la elección a dedo, en todos los órdenes de la empresa y la política, para quedarse así con el más capaz y mejor preparado puede sacar a nuestro sufrido país de la crisis en que está perdido. Y es que en la sociedad española han coexistido los dos platillos de la balanza: meritocracia y amiguismo. Pero en el momento actual ha degenerado tanto el amiguismo que tapa peligrosamente el buen hacer de los méritos españoles hasta el punto de la desastrosa gestión política, que no invierte suficientemente en educación ni en investigación, da la impresión de retrotraer a España culturalmente a los tiempos preconstitucionales, cumpliendo así el sueño de la ultraderecha española.
Solo un cambio radical exigido y demandado por la sociedad española puede desviar esta tendencia para que la meritocracia reine en lugar del puro amiguismo.
Los bueyes doblan la frente impotentemente mansa delante de los castigos; los leones la levantan y al mismo tiempo castigan con su clamorosa zarpa”, escribió Miguel Hernández cuando el levantamiento del general Franco contra el legítimo Gobierno de la República. Hoy, 78 años después, en un barrio de Burgos el pueblo se rebela. El cuerpo social de este país revienta por las costuras harto de corrupción, de injusticia, de desesperanza ante la implacable radiografía: el espectro político desde la izquierda a la derecha, tocado de escándalos y abusos; el Estado de bienestar en derribo (la sanidad, la educación, la dependencia); el paro, imparable; España, malbaratada a los inversores extranjeros; y la Monarquía, supuesto garante y árbitro más allá de las contingencias sociales y políticas, afectada igualmente por la metástasis.
Los políticos, mientras tanto, tratando de ocultar con eufemismos la realidad: para hacer “sostenible” el Estado de bienestar, lo desmantelan. A la emigración de la generación mejor preparada la llaman “movilidad exterior”. Pero el pueblo, que no es tonto y siempre habló en román paladino, ha dicho basta. Ha sucedido en el barrio de Gamonal en Burgos. Atención, poderosos: este no es un pueblo de bueyes.

Un caso de violencia sin límites es la biografía reciente de Blesa, que mientras hundía Caja Madrid se subía el sueldo y estafaba a los pequeños ahorradores

jueves, 6 de marzo de 2014

Avance; Elecciones Municipales. Asturias.



Reparto del trabajo?
¿Por qué una persona, a partir de los 50 años de edad, no tiene posibilidad, si está en el paro, de encontrar un trabajo? Y en el caso de ser afortunado y tener trabajo, es viejo para promocionarse, viejo para que lo valoren, viejo para una mejora salarial; pero no se es viejo para trabajar más horas, para tener movilidad, para asumir responsabilidades, para adaptarse a nuevos métodos y tecnologías, para afrontar nuevos retos...
Y nuestras nuevas generaciones, muy preparadas, siguen incrementando las listas del paro o teniendo que salir de nuestro país para poder trabajar; y el que tiene la “suerte” de tener trabajo aquí, lo es con un salario bajo y los más afortunados con ayuda de sus padres, si pueden. Nos vendría bien un momento de reflexión, de sentido común y de sensatez, que falta va haciendo. Se ha rescatado la economía, según dicen, pero nos están obligando a perder la dignidad.
Me da vergüenza cada día que me levanto enterarme de que ha habido nuevos casos de corrupción. Los medios de comunicación hacen una gran labor para sacar a la luz algunos de ellos, porque me figuro que otros seguirán ocultos. Pero más vergüenza me da tener un Gobierno que nada hace por cortar esta sangría o inmundicia y una oposición que mira también para otro lado, señal de que todos pueden tener algo que callar. Y así, día a día, me encuentro en un país al que no le veo solución con políticas de este tipo. Porque deberían ser ellos, los políticos, los que sacaran por las orejas de su partido a todos los simplemente sospechosos, y su actitud es defenderlos. Hay casos esperpénticos. Y, obviamente, una total impunidad. Y gente que aún aplaude a “sus corruptos”
España está en crisis por falta de meritocracia. Al igual que en el deporte donde destacamos a nivel mundial, se debe alentar la meritocracia a nivel político y empresarial. Solo la eliminación del amiguismo y de la elección a dedo, en todos los órdenes de la empresa y la política, para quedarse así con el más capaz y mejor preparado puede sacar a nuestro sufrido país de la crisis en que está perdido. Y es que en la sociedad española han coexistido los dos platillos de la balanza: meritocracia y amiguismo. Pero en el momento actual ha degenerado tanto el amiguismo que tapa peligrosamente el buen hacer de los méritos españoles hasta el punto de la desastrosa gestión política, que no invierte suficientemente en educación ni en investigación, da la impresión de retrotraer a España culturalmente a los tiempos preconstitucionales, cumpliendo así el sueño de la ultraderecha española.
Solo un cambio radical exigido y demandado por la sociedad española puede desviar esta tendencia para que la meritocracia reine en lugar del puro amiguismo.
Los bueyes doblan la frente impotentemente mansa delante de los castigos; los leones la levantan y al mismo tiempo castigan con su clamorosa zarpa”, escribió Miguel Hernández cuando el levantamiento del general Franco contra el legítimo Gobierno de la República. Hoy, 78 años después, en un barrio de Burgos el pueblo se rebela. El cuerpo social de este país revienta por las costuras harto de corrupción, de injusticia, de desesperanza ante la implacable radiografía: el espectro político desde la izquierda a la derecha, tocado de escándalos y abusos; el Estado de bienestar en derribo (la sanidad, la educación, la dependencia); el paro, imparable; España, malbaratada a los inversores extranjeros; y la Monarquía, supuesto garante y árbitro más allá de las contingencias sociales y políticas, afectada igualmente por la metástasis.
Los políticos, mientras tanto, tratando de ocultar con eufemismos la realidad: para hacer “sostenible” el Estado de bienestar, lo desmantelan. A la emigración de la generación mejor preparada la llaman “movilidad exterior”. Pero el pueblo, que no es tonto y siempre habló en román paladino, ha dicho basta. Ha sucedido en el barrio de Gamonal en Burgos. Atención, poderosos: este no es un pueblo de bueyes.
Tanto el PSOE como el PP «rindieron el Estado de Derecho» en materia antiterrorista, de «repartirse los nombramientos del Poder Judicial» para «asegurarse su control y, de paso, su impunidad por los casos de corrupción», y de «mantener la mastodóntica estructura del Estado» (con cargos de confianza ó l. designación) mediante el aumento de los impuestos, «algunos, ya confiscatorios».
Todo lo aquí expuesto, es la lacra de esta crisis:
Se tiene que resolver el problema de la Zalia, el plan de vías, y lo que es más urgente; TRABAJO; 
1º los cursillos de reciclaje son inútiles.
2º se tiene que prohibir totalmente los cargos de libre designación.
3º solo un asesor por partido.
4º reponer todas los puestos de trabajo de todas las administraciones; mediante concurso-oposición, incluidos los de las empresas: municipales ó estatales (del director al último operario)  YA ESTA BIEN QUE SOLO LOS QUE TIENEN CARNET DEL PARTIDO ENCUENTREN TRABAJO.
5º limitar el salario de los alcaldes a 1.500 €, y los concejales un 10% menos.
6º eliminación de subvenciones  a los partidos, sindicatos, patronal, y las fundaciones de ellos.
7º reforma de la constitución,  ley financiación de los partidos y electoral.
8º los cargos electos no cobraran ni un céntimo mas, por ninguna función en las empresas municipales, ni por su participación como consejeros, o cualquier otro trabajo que este implícito con su cargo.
9º todo el importe que resulte de estos cambios se invertirá en empleo.
10º contratación indefinida, en los puestos que no sean de funcionarios, esto  crea equilibrio social y de futuro.
Fernando García.

    Secretario-Asturias   MACPD-  movimiento alternativo ciudadano partido democrático.